– UN ANGEL LLAMADO MAX.

Hay noticias que nos llenan de tristeza y dejan un vacío enorme en el corazón.

En esta ocasión, compartimos con vosotros la despedida de la familia de Max.

«Mi niño se ha ido, y con él, una parte de mi corazón. Desde que llegó supimos que nuestra familia sería un buen lugar para él. Lo recibimos con mucha felicidad y rápidamente nos dimos cuenta que él estaba dispuesto a darnos todo su amor. Ha corrido, ha saltado, ha disfrutado cada una de sus excursiones y nos ha demostrado que viniera de donde viniera, estaba dispuesto a darnos una oportunidad.

Max ha sido uno más de nuestra familia, para mí y para Rebeca un hijo, para Daniel y Laura su hermano y para mis padres su nieto. Lo hemos abrazado, lo hemos besado, lo hemos mimado, acariciado y sobre todo le hemos dado nuestra mejor parte. Le hemos abierto el corazón sin barreras y hoy lo tenemos en un puño, no podemos mirar el jardín sin verlo, ni recoger sus cosas sin rompernos. Nos duele que nuestro rey se haya ido tan joven y con tanto por vivir, justo ahora que era tan feliz … es algo que no me deja parar de llorar.

A veces, lo más importante de irse es dejar huella y Max ha conseguido hacerlo. Mi niño, mi rey, lo quiero tanto y se me hace tan difícil despedirme … Pensamos que ha sido muy feliz y esperamos que allí donde esté nos siga acompañando a todas partes, nosotros lo necesitamos sentir cerca para salir adelante. Nos ha enseñado a amar sin prejuicios y nos ha dado una lección de vida. Ha sido fuerte hasta el último momento y ha intentado sobrevivir como ha podido, estoy seguro. Tenemos la certeza de que le hemos dado lo mejor de nosotros, pero nos quedaba tanto para darle y nos da tanta pena que se haya ido tan joven …

Sólo nos queda deciros GRACIAS con mayúsculas, de la primera a la última. Hacéis una labor impresionante y hoy hemos sentido que sufríais con nosotros, como si Max fuera vuestro. Gracias a Senen por hacer la primera visita y ayudarnos tanto a darle lo mejor, gracias a todas por velar por él y por elegirnos como su familia, no sabéis cuanto os lo llegamos a agradecer, gracias Montse por tus llamadas de ayer y hoy.


No queremos poner ningún tapón al dolor que nos deja el Max, no queremos suplirlo con otro perro. Hemos estado hablando con Rebeca y queremos curarnos sin intentar verlo a él en los ojos de otro perro. Por nuestra parte, queremos que sepáis que nos gustaría seguir formando parte de esta gran familia que sois y con el tiempo, cuando superemos que Max ya no está, nos gustaría poder continuar ayudando a que más perros tengan la vida que se merecen.
Gracias de nuevo, esperamos haber hecho feliz a este ángel. Os dejamos algunas fotos que nos dejarán su recuerdo para siempre. Adiós Max, nos haces mucha falta.»

Todo el equipo de SOS Weimaraner, está profundamente afectado y apenado por vuestra pérdida.

Os mandamos un cariñoso y fuerte abrazo.