29 agosto 2019

Palabras de una FAMILIA con gran fondo.

El camino de REX, ahora TIBET.

Somos Marián y Javi. Somos una pareja que creemos en el destino. En algo tan importante como adoptar a un perrete para el resto de su vida por lo visto iba a jugar un papel importante.

Ya teníamos puestos los ojos en otro cachorro, un braco alemán moteado precioso de apenas 3 meses. Ya habíamos hecho el cuestionario y la visita pre-adoptivos con resultado positivo. Quién nos iba a decir que su destino no iba a ser convivir con nosotros.

Allá por el fin de semana del 1-2 de junio estábamos en la localidad tarraconense de Roquetes. Nos dedicamos por diversión y pasión a correr por montaña y en este fin de semana Marián competía en el kilómetro vertical de esta localidad ascendiendo a su emblemática montaña Mont Caro. Estábamos en los momentos previos a la carrera en la zona de recogida de dorsales y nos cruzamos con otro participante que llevaba a su lado a un weimar color marrón chocolate. Desde luego nos llamó la atención, a Marián sobretodo ya que le encanta el color marrón en el pelaje de un perro. Por un momento pensamos que ojalá tuviéramos uno igual y al mismo tiempo que adoptar a un weimar y encima de color marrón sería algo arto difícil por no decir imposible.

Dentro de la humildad nos consideramos buenas personas y creo que el karma actuó en consecuencia con ello. Un kilómetro vertical es una carrera de montaña que consiste en un corto recorrido de ascenso normalmente a una cima y los espectadores nos trasladamos a la misma para ver la parte final y más interesante de la carrera. A la espera del paso de Marián estaba ojeando las páginas de Facebook de adopción de bracos, entre ellas todas las SOS Weimaraner. Caprichoso destino con el karma como aliado…. al abrir la página de SOS Weimaraner allí estaba casi recién publicada la adopción de un braco de weimar color café con leche de 6 meses de edad. Rex se llamaba.
Me pasó casi desapercibido el aspecto que presentaba aquel perro, a parte que la perspectiva de las fotos no era la mejor para buscar la belleza de este campeón.
En ese instante en el que vi a Rex me embargó el nerviosismo. Una sensación que para nada era como ver a otros perretes en sus respectivas publicaciones.
“¿Qué hago? ¡Un weimar color chocolate! Pero si Marián quiere un cachorro de unos 3 meses. ¡Pero que más da unos meses más! ¡Si es lo que desea Marián! Weimar y ¡encima marrón! ¿Espero a decírselo cuando acabe la carrera? ¿Me pongo en contacto con esta tal Sonia para interesarme por él? ¿Escribo en las publicaciones para que no se lo lleve otra persona? ¡Pues claro que sí!”….
Efectivamente, sin contar con la opinión de Marián, escribo en todas las publicaciones de SOS Weimaraner y en particular a Sonia. Siempre habrá momento para echarnos para atrás, pero que cuenten con nosotros como interesados en adoptarlo.

Acaba la carrera Marián, respira, analizamos su actuación, los tiempos, ¿habremos hecho podio?. Nos bajamos para Roquetes para la comida post-carrera y asistir a la entrega de premios. Busco el momento de sosiego después de la competición para comentar a Marián la aparición de la publicación de la adopción de Rex:
-“Marián, mira que publicación he visto mientras esperaba a que llegaras. ¡Es como el weimar del chico de antes! ¡Un weimar marrón!¡Qué coincidencia!…”
-“Pero Javi, ya tiene 6 meses. Mira qué fotos. Es un poco feo…”
-“Marián, no es feo. Es la perspectiva de las fotos. Están enfocadas desde el hocico del perro. Por eso tiene tanto morro… Les he escrito, quiero que nos vean interedados. Siempre tendremos tiempo para echarnos para atrás, pero que cuenten con nosotros…”

Caprichoso destino, desde entonces al momento de la adopción sólo transcurrió una semana. Y es que como en todo donde el destino juega un papel importante, el tiempo es irrelevante, el tiempo es apenas inexistente en la consecución de los acontecimientos.

El cuestionario pre-adoptivo, la visita pre-adoptiva; son formalismos necesarios para elegir a la mejor familia de adopción. El perro tiene que caer en las mejores manos para que consiga la felicidad que no le ha sido dada desde que ha nacido. Nosotros, como deportistas de montaña, éramos conscientes de que seríamos una buena familia para Rex, ahora Tíbet. Esta decisión de escoger a la mejor familia es una gran labor que ejerce SOS Weimaraner de manera ejemplar. El trato entre ambas partes fue exquisita, nosotros estamos encantados con las chicas de SOS Weimaraner. Estamos muy contentos de que por entonces nos escogieran para adoptar a Tíbet. Una gran responsabilidad, más si cabe porque Tíbet fue maltratado en su vida anterior. Decidieron que no era bueno para cazar y se ve que “con palos todo entra mejor”. Una gran responsabilidad hacer feliz a este amor de perro y que consiga ser un perro equilibrado y sin miedos.
Después de 4 meses con Tíbet, es un perro totalmente diferente al Rex que fuimos a recoger a Sevilla.

Sevilla… Sevilla y Susan, la persona encargada de su acogida hasta que se encontrara a los adoptantes adecuados. Un amor de persona que ama a los animales y los trata con amor superlativo. La echamos de menos. Tanto que estamos pensando en buscar una fecha para visitarla y que vea a Tíbet. El mismo perro que nos entregó con lágrimas en los ojos. Un perro totalmente diferente a aquel Rex temeroso, miedoso, sumiso, sin color ni brillo en el pelo. ¿Qué habrá padecido aquel cachorro? ¿Por qué el ser humano es tan cruel con un animal tan pequeño e indefenso?…

Desde aquel momento en el que Tíbet nos fue dado el 8 de junio hasta el día de hoy han pasado poco más de 4 meses y Tíbet ha cumplido 10 meses de edad. Es un perro muy feliz y equilibrado, no escatimamos en el mejor pienso y los mejores cuidados para que esté completamente sano. Corre, corre y no para de correr, jugar, relacionarse con otros perros y personas. Montaña, campo, montaña, campo… así estamos día a día por nuestra afición a correr por estos entornos y buscábamos al perro perfecto que nos acompañara en nuestras rutas. Buscábamos a Tíbet y le hemos encontrado.

Tíbet… Tíbet tiene un hermano que sí es del color gris tradicional. Son un calco uno del otro, salvo el color. Un perro que fue dado a otro cazador e ignoramos su estado y por dónde andará… En el fondo Marián y yo deseamos que ocurra un milagro y aparezca para ser adoptado. Iríamos a por él para devolverle a su hermano y no volverles a separar nunca. ¡Ojalá aparezcas! Incluso tenemos pensado tu nombre. Un nombre que también tiene que ver con la montaña. Como Tíbet…

Para SOS Weimaraner de Marián, Javi y Tíbet.

¿Que os parece?

Hasta la más duro conmueve ésta bonita historia. Y es que las cosas no son como empiezan sino como acaban, por ello continuamos rescatando a bracos en situación de desamparo. Estamos muy seguras del trabajo que hacemos y sobretodo orgullosas de los adoptantes que tenemos.

Gracias chicos, que bonito texto y familia hacéis!