Muki tiene 8 años y como ya no servía y además tenía leishmania lo abandonaron en la perrera de Alicante. Allí se ha pasado un buen tiempo desnutrido, lastimado y sin casi poder moverse del dolor de huesos debido a la humedad. Terrible situación la de estos bracos. Terrible incomprensión la de esta sociedad. A diario podrían entrar casos como este… No hemos podido mirar hacia otro lado. Ahora ya está a salvo. Su nivel de leishmania es muy bajito y está totalmente controlado.
fotos realizadas por @familianimal_fotografia