Bienvenido Anko a SOS Weimaraner
Anko es un precioso Weimaraner de 8 años que ha entrado a formar parte de la familia de SOS Weimaraner en busca de su segunda oportunidad. Después de toda una vida con su familia, ha sido entregado porque ya no pueden seguir teniéndolo. Fue un regalo en su día, pero ahora, cuando más necesita estabilidad, ha quedado sin hogar. Una historia que, lamentablemente, se repite demasiado a menudo.
Sin embargo, Anko no guarda rencor. Nos ha demostrado que sigue confiando, sigue entregando cariño y tiene una enorme capacidad para adaptarse. Es un perro noble, sereno y con ganas de seguir disfrutando de la vida. A sus 8 años, está en un momento ideal: ya ha superado las locuras de la adolescencia, pero mantiene la vitalidad y el entusiasmo de un perro que quiere compartir muchos momentos más.
Su carácter es una maravilla: tranquilo y juguetón, una combinación perfecta para quienes buscan un compañero equilibrado pero con chispa. Le encanta compartir tiempo con las personas, jugar, pasear y recibir mimos. No es un perro demandante, pero sí agradecido, de esos que con una caricia o una palabra amable ya te lo han dicho todo con la mirada.
Con otros animales se lleva fenomenal. Convive sin problemas con perros, tanto machos como hembras, y nunca ha tenido un conflicto. Comparte espacios de descanso, comida y juguetes sin mostrar ningún tipo de protección o agresividad. No ha convivido con gatos, así que este aspecto está por valorar, aunque no muestra un gran instinto de caza, lo que nos da esperanza de que, con una buena presentación, pueda adaptarse.
Con los niños es igualmente respetuoso. Tiene un carácter estable, lo que lo hace ideal para convivir en entornos familiares.
En cuanto a su día a día, Anko está muy bien educado:
• Está acostumbrado a salir a pasear, camina bien con correa y también puede ir suelto, ya que se mantiene cerca de su tutor.
• Responde bien a la llamada y tiene un vínculo sano con las personas.
• En casa se comporta de maravilla: no hace sus necesidades dentro y puede quedarse solo sin problema, sin ansiedad ni nerviosismo.
• Come con tranquilidad y se deja manipular sin dificultad, lo que facilita las visitas al veterinario o cualquier necesidad de cuidado.
• Le gusta jugar tanto solo como acompañado, y disfruta con las visitas en casa.
¿Y cómo debería ser su familia ideal?
Una familia cariñosa, que valore la madurez y nobleza de un perro como él. Que no busque un cachorro al que enseñar desde cero, sino un compañero ya formado, tranquilo, equilibrado y con mucho amor por dar. Que tenga tiempo para pasear con él, para compartir momentos sencillos pero llenos de significado. Porque Anko no pide mucho, solo lo esencial: compañía, estabilidad y cariño verdadero.
Anko merece una vida digna, una familia que lo acompañe hasta el final, que no lo vuelva a dejar atrás. Si crees que tú puedes ser esa persona especial para él, contáctanos. Su mirada lo dice todo: está esperando volver a pertenecer a un hogar de verdad.
Si quieres adoptar a Anko puedes rellenar su cuestionario de adopción a través de nuestra página web: