Con tan solo un añito, Brandy ya ha conocido el abandono y la miseria. Su familia, por los motivos de siempre —esos que nunca justifican del todo— decidió dejarlo en una residencia, donde ha sufrido el estrés y la tristeza del desamparo. Así fue como lo encontramos y lo rescatamos: extremadamente delgado, con la mirada perdida y el alma rota.

Brandy es un cachito de pan, un perro bueno, sensible y noble, con una expresión triste que parte el corazón. Pero sabemos que eso cambiará muy pronto, porque ahora está en manos de Noe, quien le ha abierto las puertas de su casa temporalmente hasta que encontremos una familia definitiva para él.

El carácter de Brandy

Brandy es puro amor. Tiene un carácter juguetón, dulce, muy apegado y cariñoso. Se relaciona de maravilla con todo el mundo: personas, perros y niños. Es sociable, abierto y siempre está dispuesto a dar o recibir una caricia o a sumarse a un juego. Tiene esa energía alegre de un cachorro, pero con una ternura que lo hace irresistible.

Con otros perros, tanto machos como hembras, se lleva estupendamente. No ha tenido nunca un conflicto y disfruta compartiendo juegos, espacios y hasta su comida. Con los niños también se muestra encantador, y aunque no ha convivido con gatos, su reacción ha sido siempre de curiosidad y juego. A veces intenta interactuar, pero si el gato se mueve rápido, se asusta un poco. Por su raza, es importante tener precaución y hacer una buena introducción si fuese a convivir con uno.

Está acostumbrado a salir a pasear y lo hace muy bien con correa. También puede ir suelto, ya que se mantiene cerca de su tutor y responde muy bien a la llamada. Es obediente y, aunque a veces se comporta como un perro joven y activo que es, hace caso cuando se le indica. En casa, en general no tiene accidentes; puede escapársele un pis si ha pasado mucho tiempo sin salir, pero por lo general mantiene la higiene.

Brandy se queda bien solo en casa, aunque, como buen perro afectuoso, disfruta más estando acompañado. No muestra ansiedad ni comportamientos destructivos cuando está solo. Su instinto de caza es moderado, como corresponde a su raza, pero no está especialmente marcado.

Come con tranquilidad, sin ansiedad ni glotonería, y no muestra ningún tipo de protección de recursos: comparte sin problema tanto su comida como sus juguetes, tanto con personas como con otros perros. Le encanta jugar, sobre todo con personas o con otros perros, aunque también puede entretenerse solo un rato. Le gusta aprender y ya ha empezado a trabajar habilidades como “la pata”, “sentado” y “tumbado”.

Brandy es un perro que se adapta muy bien a los cambios y a los nuevos entornos. Gestiona perfectamente la llegada de visitas a casa y permite la manipulación sin ningún tipo de problema.

¿Cómo debería ser su familia ideal?

Brandy busca una familia activa, que quiera un compañero cariñoso, con quien compartir paseos, juegos y mucho afecto. Alguien que le dé amor en la misma medida en que él lo ofrece: sin medida.

Si quieres adoptar a Brandy puedes rellenar su cuestionario de adopción a través de nuestra página web: