Zeta es una preciosa Weimaraner de dos años que ha llegado recientemente a la asociación. Su familia ya no podía hacerse cargo de ella y, como tantas veces, nos toca asumir la responsabilidad de ofrecerle una nueva oportunidad. Otro caso de abandono silencioso, pero nosotros miramos hacia adelante, hacia todo lo bueno que está por venir para ella.

Una perra con luz propia

Zeta es de esas perras que no pasan desapercibidas. Tiene una mirada atenta, siempre conectada contigo, pero sin agobiarte. Es cariñosa, le gusta el contacto y los mimos, pero no es de las que te persiguen por cada rincón de la casa. Tiene un equilibrio muy bonito entre cercanía y autonomía.

Se lleva bien con otros perros, tanto machos como hembras. No ha mostrado ningún tipo de conflicto ni incomodidad, ni siquiera en entornos nuevos o con perros desconocidos. Con los niños también se relaciona muy bien: le encantan, aunque si hay una pelota cerca… ¡la pelota gana! Tiene ese punto juguetón tan propio de la raza, pero sin llegar a ser excesiva ni impulsiva.

¿Y con gatos?

No ha convivido con ellos, así que no podemos asegurarlo, pero por lo que hemos visto en sus paseos, no muestra un instinto de caza muy desarrollado. Eso sí, cuando ve pájaros se activa —le encanta rastrear, seguir pistas, y disfrutar de todo lo que se mueve a su alrededor.

Rutina y paseos

Zeta está acostumbrada a salir a pasear con regularidad. Disfruta mucho de los paseos largos, aunque al principio suele tirar de la correa por la emoción del momento. Eso sí, cuando ya ha quemado un poco de energía, su manera de pasear mejora muchísimo. Es de las que puede ir suelta en lugares seguros: no se aleja mucho, y responde bien a la llamada… salvo que haya comida por medio. Entonces, puede que decida que el premio está primero.

En casa tiene muy buenos hábitos: no hace pis ni caca dentro, y se queda tranquila cuando se queda sola. Eso sí, como buena lista que es, si encuentra algo a su alcance que no debería… puede que lo “explore” a su manera. Es una perra despierta, inteligente, y con ganas de participar en todo lo que pasa a su alrededor.

Comida, juego y adaptación

Zeta come con algo de ansiedad, pero no presenta protección de recursos: comparte sin problemas su comida y sus juguetes. No tiene conflictos ni con perros, ni con corredores, ni con ciclistas. Es muy sociable y estable en ese sentido.

No le gusta jugar sola, pero si tú participas, se lo pasa en grande. Le encantan los juegos de olfato, los retos de entrenamiento, y cualquier actividad donde pueda interactuar contigo. Tiene un gran potencial para seguir aprendiendo, disfrutar contigo y construir un vínculo precioso.

Ha demostrado adaptarse bien a los cambios, aunque como cualquier perro, la llegada a un nuevo hogar siempre requiere paciencia, comprensión y tiempo para que pueda asentarse.

¿Cómo sería su familia ideal?

Zeta necesita una familia con tiempo, energía y ganas de incluirla de verdad en la rutina diaria. No necesita una casa enorme, pero sí un entorno donde pueda moverse, salir a pasear y canalizar su energía. Si en casa hay otro perro, mejor aún: le encanta la compañía canina. Pero lo más importante es que reciba atención, cariño y estabilidad.

Zeta está lista para empezar de nuevo. Y nosotros estamos aquí para ayudarla a encontrar ese hogar que la vea como lo que es: una perra extraordinaria, sensible, noble y llena de ganas de vivir.

¿Le das la oportunidad de formar parte de tu vida?

Si quieres adoptar a Zeta puedes rellenar su cuestionario de adopción a través de nuestra página web: