Cuando cambias la forma en que miras, las cosas cambian. Thor es un ejemplo de ello.
Fue un perro comprado en Madrid al cual el mismo dueño por “x” motivos al poco tiempo de tenerlo no podía hacerse cargo de él y se lo regaló a su madre. Una señora mayor con un perro fuerte que costaba de controlar en su paseo y juventud, tanto fue esa energía y poco conocimiento del animal, que tomaron la decisión de no sacarlo y dejarlo en un patio de 3 metros cuadrados. Os imagináis lo que generó en el animal y cuál era su estado?
Ésto paso factura a su carácter, hasta llegar el caso a oídos de SOSWEIMARANER, podemos decir que tuvo alrededor de 3 casas diferentes de acogida , viviendo en una especie de «chenil» y sin compañía perruna.
Inicialmente no era apto con otros perros pero su última casa de acogida consiguió que Thor se relajara de ese estado de alerta y dejase de ladrar a cualquier cosa en movimiento; coche, pàjaro, hormiga! Nos comenta su casa de acogida donde estuvo nada más y nada menos que un año.
Ahora mismo vive felizmente adoptado en un hogar con dos perrazos machos; un weimar y un malamute como compañeros.