Skip to content
image1 (2)

Sílvia – Adoptante de Zoe

Zoe llegó a nuestras vidas en noviembre de 2017. Un año antes habíamos perdido a Roc, nuestro weimi, que estuvo con nosotros durante 8 años, así que ya conocíamos un poco el carácter de esta raza. En casa estaba Xula, una perrita de 8 años, y Hook un cachorro de 7 meses, que estaba en casa desde los 10 días, cuando hicimos de casa de acogida de 5 cachorros abandonados en pleno invierno.  Un día fuimos a la Escuela, allí estaba Zoe, con 6 meses, recién salida de una casa donde estaba todo el día encerrada en una jaula para que no destrozara nada mientras estaba 8 horas sola…y nos enamoramos. Después de pensarlo mucho (o eso parecía), decidimos adoptarla. Era una cachorra sin educación ni respeto por nada, era, y a sus 5 años sigue siendo, muy lista, pero intensa, muy intensa. El primer día en casa todo eran juegos con Hook, pero al día siguiente, él empezó a marcar muy fuerte a Zoe. SOS nos proporcionó una etóloga, y con sus pautas, pudimos reconducir la situación entre los dos cachorros.

Al inicio Zoe se dedicaba a romperme toda la ropa, iba a la ducha y al salir, todo estaba en su cama, destrozado. No podíamos dejar nada en la encimera porque era una aspiradora con la comida, lo robaba todo. Cuando poníamos la comida en la mesa, uno debía quedarse en la mesa vigilando, porque Zoe era capaz de subir a la mesa y acabar con todo. Hacíamos “vigilancia activa”, ya que, aunque estuvieses allí a lado, ella intentaba robar lo que fuera.

En agosto de 2018, Hook, el otro cachorro, debutó con una epilepsia de manera brutal, y, por mi culpa, por no saber que tenía, me mordió en la cara. Eso implicó que nadie de la familia quisiera al perro, me había mordido, y podía hacerlo otra vez, o a mi hija. Yo sabía que no era cierto, me mordió porque no entendió que le pasaba, porque yo me acerqué en el momento que despertó de su trance y en esos momentos, lo aprendí a lo largo de todos los otros ataques que vinieron, no veía nada, no olía nada….y por eso me atacó, porque se asustó, porque no sabía qué había pasado, porque posiblemente le dolió, y pensó que lo que tenía al lado era quien le había provocado eso.

Esto implicó muchos cambios, cuando Hook tenía un ataque, encerraba a Zoe con mi hija para que Hook tuviese su espacio. Un día, me pillo en el coche con los tres perros, tuve que abrir las puertas, soltar a las otras dos perras y esperar a que Hook despertase, o un día en el bosque, intentando que las otras dos lo dejaran tranquilo, sobre todo Zoe, que es más curiosa, y no quería que le hiciese daño.  Todo esto, sólo hizo que la situación en casa explotara, que algo que llevaba años pendiendo de un hilo, se rompiera con tanto estrés, y fue en ese momento que mi pareja me dijo que nunca quiso a Zoe, pero que no quería ser el malo de la película y por eso aceptó. Por él, se hubiera desentendido de los dos, uno por enfermo, la otra por loca.

Me quedé con los tres perros, y a partir de ese momento luché para que Hook remontara. ¿Todo hubiese sido más fácil sin Zoe?….evidentemente, Hook necesitaba calma, tranquilidad, y Zoe…..era Zoe.  Pero nunca, nunca, me planteé abandonarla ni devolverla. Era mi familia, y si la situación era la que era, pues lucharíamos así. Al final tuve que sacrificar a Hook, la enfermedad podía más que nosotros y él era un perro demasiado joven para estar todo el día drogado.

Ahora Zoe vive sola con nosotras, Xula ha decidido vivir con mis padres, está más tranquila con dos abuelos que con una perra loca. Y yo, no cambiaría a Zoe por nada, todo y su intensidad en todo, todo y el agotamiento que a veces provoca. Es intensa, para lo bueno, y para lo malo. Para ella todo es aquí y ahora.

Creo que cada perro viene a nosotros para enseñarnos algo, Hook, con su epilepsia, me enseñó a tener paciencia, a darle su espacio después de cada ataque epiléptico, a confiar que el tratamiento funcionaria, a esperar resultados, a dejarlo ir cuando llegó su momento, cuando me miró antes de su último ataque para que estuviese con él y lo acompañase en silencio y llorando hasta que volvía de su trance. Fue muy duro, pero sé que luchamos los dos hasta el final, hasta que no quedaba nada por hacer y el remedio era peor que la enfermedad.

Por el contrario, Zoe vino a romper todos los esquemas, era y sigue siendo intensa, para ella todo es ahora, si estas en el sofá, ella tiene que estar encima, pero encima, muy encima. Es tozuda, si quiere algo, no para hasta tenerlo, me hace ver que tenemos que luchar, que solo con tozudez y esfuerzo salen las cosas. Si sale a pasear, lo da todo, corre por el bosque feliz, de un lado al otro, disfrutando de cada olor, de cada paso que da.  Te pide cada día que no pierdas el tiempo, y  ¡vive!

 

https://www.instagram.com/silviadesans/?igshid=YmMyMTA2M2Y%3D

Lo importante salva una vida salva un braco de weimar

Ellos se lo merecen

Ayúdanos... Ayúdales

logo_teaming_vertical
Icons/ Casa acogidaCreated with Sketch.

¿Quieres ser casa de acogida?

Los corazones más valientes, el espacio de cariño y muchas veces de rehabilitación, sois las personas que hacen posible que sigamos rescatando.

Formulario de Cesión

Haznos llegar tus datos y seremos nosotros los que contactaremos contigo para buscar una solución para tu perro. Nos encargaremos de encontrarle un buen hogar.

La comunicación enviada quedará incorporada a un fichero del que es responsable SOSWEIMARANER.ORG. Esta comunicación se utilizará exclusivamente para tratar sus datos para atender su solicitud, siempre de acuerdo al Reglamento (UE) 2016/679 (RGPD), la Ley Orgánica 15/1999 (LOPD) y el Real Decreto 1720/2007 de desarrollo de la LOPD), sobre protección de datos. Sus datos no se comunicarán a terceros, excepto por obligación legal, y se mantendrán mientras no solicite su cancelación.

En cualquier momento usted puede ejercer los derechos de acceso, rectificación, portabilidad y oposición, o si procede, a la limitación y/o cancelación del tratamiento, comunicándolo por escrito, indicando sus datos personales a C/Ample,101 08225 Terrassa Barcelona o mediante un email a info@sosweimaraner.org.