El miedo hiere más que las espadas
escrito por Suani Armisen, @infanciaprimate
Recuerdo el día que Sonia vino a nuestra casa con Paparazzi, su Braco de Weimar, a hacernos la visita de preadopción. Me enamoró la iniciativa SOS Weimaraner y vi el trabajo que significa alimentar un proyecto de tanta envergadura. En realidad ya conocía un Braco de Weimar, Buda, el perro de mi amiga Jana. Con Buda pensé lo mismo que con Paparazzi: ¡madre mía, qué animal tan majestuoso! También me planteé si seríamos capaces de cuidar a un perro tan grande, y lo supe al adoptar a nuestra Braca Alemana de nombre Arya.
Arya Stark llegó a nuestras vidas hace más de 2 años. Le conservamos el nombre porque se basaba en Arya de Invernalia de la serie Juego de Tronos, atrevida, terca, aventurera…
Nuestra Arya era pequeña y nos exigía mucho, temíamos sus dientes afilados, se hacía pipí y caca por todas partes, rompía nuestras zapatillas a mordiscos, sacaba el relleno de los cojines, daba vueltas poseída por una fuerza interior alrededor de la mesa y sillas del comedor a última hora de la tarde, cada tarde de cada día, como si no hubiera un mañana… Fuimos aprendiendo conforme avanzaron los meses cuáles eran sus necesidades, que no se reducían a la alimentación y atención veterinaria, sino que iban más allá: socializarse, jugar, estar estimulada, olfatear, correr, saltar… Cuidarla está siendo un trabajo diario porque es una gran responsabilidad. Para emprender este viaje vital hay que ser consciente de lo que significa.
El personaje de Arya Stark)
Arya es cariñosa, dócil, le gusta jugar, es sociable, adora a los niños y niñas, es friolera (siempre se esconde bajo las mantas), le enamora tomar el sol, se hace su nido, ¿he dicho que es cariñosa? Sí, lo he dicho, pero es que es tan cariñosa… También tiene expectativas bajo esta personalidad tan de libro romántico que os describo… Aunque tenemos jardín la paseamos dos veces al día (mínimo 1 hora), la llevamos al bosque, allí no para de olfatear, una vez a la semana va a correr con mi marido (¡qué energía!), muestra ansiedad comiendo por lo que come dos veces al día en un comedero antiestrés, en ocasiones llora (es de llorona…), en ocasiones ladra (tiene un ladrido que ensordece a cualquiera), ahora que ha crecido y es grande pesa bastante, si la paseamos con correa tira de ella, algunos días más y otros menos. Es fuerte y robusta y necesita quemar energía, hacer ejercicio. En los paseos con perros de las películas, tan pausados, si os fijáis no aparecen bracos, porque es una raza que necesita divertirse, es decir:
¿Preparados? ¿Listos? ¡ACCIÓN! Cuando adoptamos a Arya una chica me dijo que un animal así no estaba hecho para nosotros, que por qué no la devolvíamos. Me pregunté:
¿Puede devolverse un animal que ya se ha adoptado? Os diré que se ve que sí, que hay personas que conciben a los perros como algo material, que se intercambia, que se devuelve, con la misma facilidad que un jersey de una tienda. ¡Uf!…
@miquelpaniscus)
En mi consulta trabajo los miedos, también el miedo a los perros, y cuando una familia me propone adoptar a un perro para ayudar a su hijo o hija a superarlo, les digo si saben lo que significa, que un perro les ayudará, evidentemente, pero como familia ¿sabrán y podrán ayudarle? Cuando decidimos adoptar a un braco deberíamos cuestionarnos si seremos capaces, si somos conscientes que es un braco. Sustituir el yo por el nosotr@s no es un ejercicio fácil, pero es posible, simplemente hay que dedicar tiempo y energía, y dinero… Por cierto, ¿podríais decirme qué hora es? ¿Tan tarde? Disculpad, debo marcharme, se ha hecho de noche… ¡Y debemos pasear a Arya! Durante el paseo quizás nos encontremos con Sandra y Mónica, son dos amores, también tienen perros. La vida perruna es maravillosa porque te permite conocer a personas con quienes seguramente no hubieras coincidido, o sí, no lo sabré, lo que sí sé es que con nuestras gorras y abrigos, con las manos congeladas, y viendo cómo salen bocanadas de aire de nuestra boca al conversar, tendremos el privilegio de ver cómo nuestras perras son felices y este debe ser, en realidad, nuestro propósito en este momento de la vida.
Gracias Sos Weimaraner por vuestra dedicación, os admiro en el alma.
Gracias Arya por formar parte de nuestra familia, por tu intensidad que es para nosotros el mejor de los regalos.
Suani Armisen | Psicoterapeuta | Infància i adolescència | Sessions presencials i on line | 678 96 54 20 | @infanciaprimate